Saint-John Perse (1887
–1975)
Hombres,
gente de polvo y de todas formas, gentes del negocio
y
del placer, gente de los confines y gente de otra parte, oh, gente de poco peso
en
la
memoria de estos lugares; gente de los valles y las planicies, y de las cuestas
más
altas de este mundo en el vencimiento de nuestras riberas; husmeadores de
signos,
de simientes, y confesores de soplos del poniente, seguidores de pistas, de
estaciones,
levantadores de campamentos con el vientito del amanecer; oh, buscadores
de
aguaderos en la corteza del mundo; oh, buscadores, oh, vosotros que
encontráis
razones para iros a otra parte,
vosotros
no traficáis con una sal más fuerte cuando, por la mañana,
en
un presagio de reinos y de aguas muertas suspendidas en lo alto
sobre
los vapores del mundo, los tambores del exilio despiertan
en
las fronteras
a
la eternidad que bosteza en las arenas .
Saint-John Perse. Anábasis. 1924